Sin saberlo, una amplia franja de la población mundial, casi el 50%, está infectada por la bacteria Helicobacter pylori.
A pesar de que casi en el 90% de los casos esta contaminación no tiene consecuencias, en otras ocasiones puede ser un factor serio de agravamiento para las personas que sufren de úlcera gástrica.
Esta bacteria infecta la mucosa de las paredes del estómago y es cierto que hay una relación muy estrecha entre la pobreza y las infecciones por Helicobacter pylori ligadas a la falta de higiene. La bacteria Helicobacter pylori es especialmente responsable de las gastritis crónicas, las úlceras de duodeno y juega un rol importante en el origen de ciertos tipos de cáncer gástrico.
Hasta el año 1982 nadie podía pensar que una bacteria pudiera sobrevivir en el estómago teniendo en cuenta la extrema acidez del medio. En efecto, esta bacteria vive exclusivamente en el estómago y es el único organismo conocido que puede sobrevivir en un ambiente tan ácido.
El Helicobacter pylori segrega una enzima que le permite sobrevivir a los jugos gástricos neutralizándolos. La bacteria actúa entonces de dos formas: aumenta la secreción de jugos gástricos y debilita la estructura de la mucosa gastroduodenal. Al estar menos protegida, la pared del estómago o del duodeno es atacada por los jugos gástricos.
¿Cómo se contrae?
El Helicobacter pylori se encuentra únicamente en el estómago de los seres humanos y la transmisión se realiza de manera directa, es decir; de una persona a otra y habitualmente dentro del seno de la misma familia.
La forma más habitual de infectarse consiste en un contacto directo con el líquido o las secreciones del estómago como el vómito o la saliva.
La saliva es en efecto, una de las formas posibles de infección sobre todo cuando se trata de niños en donde el vómito y la salivación son más frecuentes y pueden infectarse de otros, por ejemplo, cuando intercambian objetos que se llevan a la boca.
También la bacteria puede encontrarse en las heces, especialmente en momentos de diarrea pero en estos casos puede sobrevivir durante muy poco tiempo. Sin embargo, en los países más desarrollados, la transmisión por contacto con las heces, o por alimentos o por agua contaminada es muy poco probable, dadas las buenas condiciones de higiene.
¿Qué efectos tiene la bacteria?
Los síntomas más conocidos de la bacteria son visibles cuando la úlcera ya se ha declarado. Las sensaciones son:
- Sensación persistente de ardor estomacal.
- Eructos e inflamación.
En ocasiones, la úlcera se agrava y provocar los siguientes síntomas:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Fatiga extrema.
- Pérdida de peso.
- Gusto a sangre en la boca.
¿Cómo eliminar la bacteria Helicobacter pylori?
Algunos productos naturales parecen ser eficaces para luchar contra la paquetería Helicobacter pylori. Pueden consumirse a modo de prevención o como complemento de distintos tratamientos clásicos para optimizar las chances de cura y al mismo tiempo atenuar los efectos secundarios.
1) Miel de Manuka: La miel de Manuka es uno de los más eficaces tratamientos naturales dadas sus propiedades antibacterianas.
Esta miel proviene de Nueva Zelanda e investigadores de ese país comprobaron que también detiene el crecimiento de la bacteria.
Para una mejor absorción procede de la siguiente manera:
- Tome una cucharadita de miel de Manuka y extiéndala sobre un trozo de pan o sobre una galleta. Consuma esta porción una hora antes de cada comida.
- No beba ningún tipo de líquido hasta 30 minutos después de haber consumido la piel para no diluir sus efectos.
- Ajuste la cantidad que ingiere según sus necesidades. En cuanto los dolores y las molestias se vayan atenuando, reduzca la dosis.
2) Aceites esenciales: Los compuestos químicos más activos que contienen los aceites esenciales contra el Helicobacter pylori, son los alcoholes fenólicos como el carvacrol y el isoeugenol.
Los fenoles y los alcoholes son compuestos que hacen a los aceites esenciales particularmente antibacterianos, antivirales, antifúngicos y antimicrobianos. También son compuestos que vuelven a los aceites esenciales más irritantes de modo que no es de extrañar que los aceites ricos en alcoholes fenólicos sean eficaces para inhibir el Helicobacter pylori.
Los aceites esenciales que demuestran mayor actividad frente a la bacteria son:
- Aceite de semillas de zanahoria.
- Clavo de olor.
- Pomelo (toronja).
- Limón.
Pero los investigadores tampoco descartan otros como:
- Menta piperita (Toronjil de menta).
- Árbol de té.
- Cedro del Atlas (cedro atlántico, cedro plateado).
- Tomillo.
- Mejorana.
3) Fitoterapia: Esta terapia alternativa se basa en el uso de plantas medicinales para curar distintas dolencias. Es otra alternativa que también puede contribuir para mejorar los trastornos provocados por la bacteria. Las plantas que inhiben su desarrollo son:
- Regaliz.
- Mezcla de especias tales como la cúrcuma, el comino, el jengibre, el chile y la alcaravea negra.
- Orégano.
- Borraja.
4) Vitamina C: Algunas pruebas en laboratorio y sobre animales pusieron en evidencia la capacidad de la vitamina C para evitar el desarrollo de la bacteria. En los seres humanos, un estudio demostró que las personas que presentan un índice elevado de vitamina C en su organismo eran menos propensas a contaminarse por Helicobacter pylori.
El consumo de alimentos ricos en vitamina C (cítricos, pimientos, kiwi, frutos rojos) podría asegurar una protección contra la bacteria.
Por otra parte, el brócoli al igual que el conjunto de las coles, serían alimentos particularmente eficaces gracias no sólo a su riqueza en vitamina C sino también a la presencia de compuestos particulares como los sulforafanos.
5) Probióticos: Los probióticos son una fuente de “bacterias buenas” y de levaduras que se encuentran en estado natural en el microbioma del cuerpo humano. Esto incluye las especies de lactobacillus, acidofilos, las bifidobacterias y la levadura saccharomyces boulardii. Esto se puede consumir como un complemento alimentario o incluso dentro de los mismos alimentos que consume.
Puede encontrar una buena fuente de probióticos en los alimentos fermentados como el kéfir, la col fermentada, las legumbres en salmuera, la kombucha (té fermentado), el tempeh y otros alimentos como los yogures, los espárragos, las cebollas y los puerros. Consuma entre dos y tres porciones de estos alimentos por semana.
También puede incluir prebióticos para ayudar a las buenas funciones de las bacterias de su cuerpo dándoles estos nutrientes. Los prebióticos son alimentos como los cereales, cebollas, bananas, ajo, miel, alcachofas (alcauciles) y puerros.
6) Té verde: El té verde, el vino tinto y la miel de Manuka, presentan también propiedades antibióticas que permiten combatir el Helicobacter pylori.
Sin embargo, muchos estudios que fueron realizados en cultivos de bacterias o de animales en laboratorios, no establecen la dosis que debe consumir un ser humano. Pero probablemente, puede incluir con todo tipo de seguridad el té verde y la miel de Manuka en su dieta alimentaria, aunque debe consumir con moderación el vino tinto. Estos alimentos también podrían ayudar a combatir cualquier otra infección.
¿Cómo evitar la infección?
La prevención de la infección tiene relación directa con la higiene y con la mejora de las condiciones de vida. La higiene es sumamente importante. Es importante lavarse las manos regularmente con jabón en caso de tomar contacto con el vómito o con la saliva aun cuando sea entre miembros de la familia y sobre todo cuando se trate de niños.
No debemos compartir cubiertos, vasos, tazas ni ningún otro objeto que haya estado en boca de otro.
Las cebollas son muy útiles cuando se consumen de manera cotidiana, sobre todo crudas.
Limita tu consumo de alcohol, chocolate y alimentos industrializados. Evita particularmente los dulces ya que crean condiciones ideales para el crecimiento de las bacterias indeseadas.
Evita el consumo de alimentos crudos como el sushi, los huevos y las carnes poco cocidas.
Fumar es nocivo para la salud, pero al mismo tiempo debilita las paredes del estómago y favorece la reproducción de la bacteria.
No dejes de tomar en consideración estos consejos cuidando particularmente la higiene, estando atento a los síntomas y consultando con un profesional en caso de dudas.
Comments